Este emplazamiento fotográfico es muy bueno, las ruinas son espectaculares, y todavía se mantiene bastante en pie, están muy limpias y sin escombros.
Fui a media tarde buscando las ultimas horas de luz. Inicialmente me lleve una gran desilusión, cuando intento acceder a las ruinas, y todos los accesos están con cancelas de hierro, cuando ya me iba, vinieron dos hombres que conocían el lugar, y lo único que hicieron fue accionar la manivela de la cancela, resulta que todas estaban abiertas, sin cerrarse con llave.
Estuve un buen rato ya que me sentí acompañado, por estas dos personas, la verdad es que solo da un poco de respeto.
Una sesión fotográfica nocturna acompañado de otros fotógrafos, tiene que ser una pasada, el lugar bien se lo merece.
Aquí os dejo una muestra del lugar.
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